top of page

Vayeji - Renaciendo A Nuestra Verdadera Esencia

Renaciendo A Nuestra Verdadera Esencia

El viaje de transformación personal y espiritual, un proceso de despojarnos de los roles y máscaras que hemos construido y reconectar con nuestra auténtica esencia. Esta búsqueda de identidad y renacimiento personal encuentra un paralelo profundo en la parashá 'Vayeji', la última porción del libro de Génesis, que narra los últimos días de Jacob y José.


Al igual que los personajes de nuestra vida diaria, Jacob y José representan figuras complejas, cuyas vidas estuvieron marcadas por la transformación y el descubrimiento personal. En 'Vayeji', observamos cómo Jacob, en sus momentos finales, bendice a sus hijos, reconociendo la singularidad de cada uno y estableciendo un legado que va más allá de sus roles familiares y sociales. Esta bendición es un acto de revelación, donde la verdadera naturaleza de cada hijo es reconocida y celebrada.

Del mismo modo, José, cuya vida fue una serie de dramáticas transformaciones —desde ser un soñador joven hasta convertirse en un líder en Egipto—, ilustra el concepto de resurrección personal a través de sus múltiples renacimientos. Su historia nos enseña que, independientemente de las circunstancias externas, nuestra esencia verdadera permanece, esperando ser redescubierta y abrazada.


Así, 'Vayeji' no solo marca el final de un ciclo en la narrativa bíblica, sino que también simboliza la continua búsqueda de la identidad, un tema central de nuestro ensayo. Al igual que Jacob y José, todos enfrentamos momentos de transición y transformación, instancias donde nuestras verdaderas identidades pueden brillar a través de las máscaras que la vida nos hace llevar. Al reflexionar sobre 'Vayeji', nos adentramos en un viaje hacia el entendimiento de cómo, al igual que estos patriarcas bíblicos, podemos renacer a nuestra verdadera esencia


I: El Proceso De Resurrección Personal:

En nuestra ajetreada vida diaria, solemos construir una serie de personajes, como si fuéramos una banda de superhéroes, para representar lo que queremos proyectar a los demás. A menudo, nos definimos por nuestros títulos, habilidades o profesiones, aunque, en realidad, estos personajes pueden ser más limitantes que una capa atascada en una puerta giratoria y alejarnos de nuestra verdadera esencia. En este ensayo, exploraremos cómo las enseñanzas del judaísmo y la cábala pueden ayudarnos a desenmascarar estos personajes y reconectar con nuestra esencia, superando el temor a la muerte y descubriendo nuestro verdadero potencial, todo mientras disfrutamos de un poco de humor.


II: La creación de personajes y su limitación.


La vestimenta de una persona, al igual que los títulos o talentos que adoptamos, puede ser un reflejo de un personaje que deseamos representar. Al vestirnos de una determinada manera o definirnos por una profesión, buscamos proyectar una imagen que, a menudo, oculta nuestra verdadera esencia, como si estuviéramos usando un traje de invisibilidad. El problema surge cuando nos identificamos tanto con estos personajes que olvidamos que somos mucho más que nuestras apariencias, talentos o logros. Como si fuéramos actores en una tragicomedia interminable, nos quedamos atrapados en roles que nos impiden crecer.



III: La enseñanza de la cábala y la identidad en construcción


La cábala nos enseña que Dios dice "seré el que seré"[1], refiriéndose a su naturaleza atemporal e ilimitada. Esta idea nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad y a reconocer que, al igual que Dios, no podemos definirnos como un simple "yo soy". En lugar de eso, deberíamos adoptar la perspectiva de "estoy siendo"[2], reconociendo que estamos en constante evolución y que somos mucho más de lo que aparentamos. Es como si dijéramos: "Hoy soy un camarón, pero mañana podría ser un tiburón".


IV: La vida como deconstructora de personajes.

A lo largo de nuestras vidas, el destino y las experiencias pueden desafiar y desmantelar los personajes que hemos construido. Esto nos permite enfrentarnos a nuestra verdadera esencia y comprender que somos mucho más de lo que creíamos ser. Al liberarnos de nuestras limitaciones autoimpuestas, podemos comenzar a explorar nuestro verdadero potencial y vivir una vida más plena y auténtica. En cierto sentido, la vida es como un director de casting que nos hace audicionar para diferentes papeles hasta que encontramos el que realmente nos pertenece, ¡esperemos que no nos toque un papel de extra!




V: La muerte de un justo y la liberación del personaje

El judaísmo enseña que la muerte de un justo es como sacar un cabello de un vaso de leche: fácil de ver y fácil de extraer[3]. Esto ilustra cómo aquellos que han dejado atrás los personajes que construyeron a lo largo de sus vidas pueden enfrentarse a la muerte con facilidad, ya que entienden que la muerte es simplemente la transición de un personaje a otro, de ser cuerpo a



ser alma. Podríamos imaginar la muerte como un crítico de teatro que finalmente nos libera de una actuación poco convincente y nos permite explorar un nuevo rol. Algo así como un "Gracias por participar, pero es hora de que te vayas y te transformes en algo mejor".


VI: La resurrección personal.

Al enfrentar y doblegar nuestro ego y las máscaras que nos cubren, nos entregamos a un "nuevo ser", un proceso que en sí mismo puede ser visto como una resurrección. Es como si Dios mismo nos otorgara una nueva vida, permitiéndonos renacer y experimentar una transformación profunda. Y, con un toque de humor agrio, podríamos ver esta resurrección como un "renacimiento espiritual express", donde dejamos atrás nuestros viejos personajes y aceptamos un nuevo camino sin necesidad de pasar por una lenta metamorfosis, ¡un poco como un cambio de vestuario ultra rápido en el escenario de la vida!


Al enfrentar nuestras limitaciones y deshacernos de los personajes con los que nos definimos, nos abrimos a la posibilidad de experimentar una resurrección personal, un renacimiento que nos permite vivir una vida más plena y en sintonía con nuestra verdadera esencia. En última instancia, es esta transformación la que nos acerca a Dios y nos ayuda a comprender el significado de "Bendito eres Tú que revives a los muertos" (Tefilá, Amidá). Así que, ya sea que estemos lidiando con un cambio de vida o simplemente enfrentando un mal día, recordemos que siempre podemos encontrar humor en nuestra capacidad para superar nuestras limitaciones y descubrir quiénes somos realmente, ¡y eso es algo digno de celebrar!


VII: Dime tu nombre y te dire quien eres.


Ahora bien, es importante reflexionar sobre cómo podemos desarrollar una vida interior fuerte que nos permita resistir la deshumanización y convertirnos en quienes realmente somos. En este sentido, el tema de los nombres personales y su significado adquiere una relevancia particular.


Dejame compartirte una anécdota[4] del Rabino Dr. Marc Angel:


Cuando era estudiante en Yeshiva College hace muchos años, vi un pasaje garabateado en la pared del metro en la estación IRT 181st Street. Ese pasaje tuvo un gran impacto en mí entonces y sigue siendo importante para mí muchos años después. El pasaje era una cita de Alan Watts: "Porque cuando el hombre ya no se confunde con la definición de sí mismo que otros le han dado, es a la vez universal y único".

Al igual que en nuestro ensayo anterior, donde hablamos de la importancia de desprendernos de los personajes con los que nos definimos y experimentar una resurrección personal, la cita de Alan Watts nos recuerda la importancia de no dejarnos definir por las opiniones de los demás. Es muy fácil confundirnos con las definiciones de nosotros mismos que nos dan otros. La gente puede estereotiparnos, puede imponernos sus estándares, puede tratarnos como "cosas" en lugar de como seres humanos autónomos. Pueden juzgarnos por nuestra religión o raza, por nuestras opiniones políticas; pueden vernos como "el otro" sin siquiera molestarse en ver quiénes somos realmente.

Cuando constantemente estamos siendo deshumanizados o estereotipados por otros, es muy posible que internalicemos las definiciones externas de nosotros mismos impuestas por amigos y enemigos por igual.

La porción de la Torá (en Shemot) relata que el faraón temía el creciente número de israelitas en Egipto, y decidió esclavizarlos y asesinar a sus hijos varones. El rabino Hayyim Angel ha señalado que la Torá evita notoriamente mencionar los nombres de los israelitas o egipcios, a excepción de Shifra y Puah, desde el momento en que Joseph murió hasta el nacimiento de Moisés. (Faraón es un título, no un nombre personal). Las personas, tanto egipcias como israelitas, se habían convertido en "cosas" sin nombre: opresores y oprimidos, amos y esclavos. Cuando los humanos se reducen a "cosas", tanto el opresor como el oprimido son deshumanizados; internalizan ideas falsas sobre quiénes son y sobre su verdadero valor como seres humanos.

Para ser universales y únicos, para ser quienes realmente somos, necesitamos desarrollar una vida interior fuerte que nos permita resistirnos a convertirnos en víctimas de la deshumanización. El Dr. Bruno Bettelheim, que había sido un prisionero judío en un campo de concentración alemán, escribió que los prisioneros temían no solo por su vida física; temían llegar a verse a sí mismos como los veían los nazis: como animales. "El principal problema es permanecer vivo y sin cambios... cuanto más absoluta es la tiranía, más debilitado está el sujeto".


Un Midrash (Tanhuma, Vayakhel) enseña que cada persona tiene tres nombres: el nombre dado por los padres, el nombre dado por los seres humanos y el nombre que uno adquiere para sí mismo.

El nombre dado por los padres representa sus esperanzas para el niño. El nombre puede vincular al niño con un antepasado; o puede ser algo poco tradicional. Este nombre refleja los valores y tradiciones de los padres. Cada uno de nosotros está formado por el nombre que nos dieron nuestros padres. Esto es bueno y valioso para nosotros, pero no se debe permitir que socave nuestra propia libertad y elecciones individuales. Los padres deberían echarnos raíces; pero también alas.

El nombre que nos dan otros seres humanos representa nuestra reputación en nuestra comunidad y en el mundo. El nombre puede tender a idealizarnos o demonizarnos; puede ser fiel a quienes somos, o puede ser una mala interpretación total de quienes somos por parte de personas que no nos conocen o no nos comprenden.

Si vivimos nuestras vidas según las definiciones que nos han dado otros, vivimos una vida de sombras e ilusiones. Estos dos primeros nombres nos los dan otros.

El tercer nombre, sin embargo, es el que adquirimos por nosotros mismos. Este nombre se basa en lo que hemos aprendido de los padres y del prójimo; pero su fuente última son nuestras propias mentes y almas individuales. Dentro de cada uno de nosotros está nuestro propio "nombre", nuestro propio ser real. Esto es lo que realmente somos cuando nos elevamos por encima de las definiciones impuestas externamente de nosotros mismos. A lo largo de nuestra vida, aprendemos, crecemos, nos esforzamos. Cada uno de nosotros es una obra de arte en progreso.


Si queremos desarrollar todo el potencial de nuestra vida, debemos centrarnos en el nombre que adquirimos para nosotros mismos: nuestro verdadero yo. Necesitamos fomentar la fuerza interior y la sabiduría para ser universales y únicos. Tenemos que responder a la pregunta: ¿Cómo te llamas?

Entonces, ¿cómo te llamas? ¿Estás listo para enfrentarte a tu verdadero yo y deshacerte de las definiciones que otros han impuesto sobre ti? Al igual que en el ensayo anterior, es esencial liberarnos de las máscaras y los personajes, y experimentar esa resurrección personal, para vivir una vida más plena y en sintonía con nuestra verdadera esencia.



Entonces, la próxima vez que alguien te pregunte "¿Cómo te llamas?", ¿ya tienes una respuesta en mente?


En Resumen: Hemos explorado cómo podemos ayudarnos a deconstruir los personajes que construimos en nuestra vida cotidiana y a conectarnos con nuestra verdadera esencia. 
La cábala nos enseña que debemos adoptar la perspectiva de "estoy siendo" en lugar de decir "yo soy", ya que estamos en constante evolución y somos mucho más de lo que aparentamos. La vida puede desafiar y desmantelar los personajes que hemos construido, lo que nos permite enfrentarnos a nuestra verdadera esencia y comprender que somos mucho más de lo que creíamos ser.
Para desarrollar una vida interior fuerte que nos permita resistir la deshumanización y conectarnos con nuestra verdadera identidad, debemos centrarnos en el nombre que adquirimos para nosotros mismos: nuestro verdadero yo. Debemos fomentar la fuerza interior y la sabiduría para ser universales y únicos.

Consejo práctico: Aprender cosas nuevas te permitirá descubrir aspectos de ti mismo que antes no habías explorado, y te ayudará a desarrollar una mayor comprensión de tu verdadera esencia. Además, intenta ver las ideas que tienes arraigadas desde diferentes perspectivas, para desafiar tus suposiciones y expandir tu comprensión del mundo. Al cuestionar lo que crees que sabes, estarás abriendo tu mente y corazón a nuevas posibilidades.

Ejercicio práctico: Hagamos una reflexión profunda sobre los personajes que hemos construido a lo largo de nuestra vida y cómo nos afectan. ¿A qué personajes te aferraste en el pasado? ¿A qué personajes me aferró la sociedad o las expectativas de mi entorno? ¿Cuáles son los personajes que todavía me definen en la actualidad? ¿Por qué me aferro tanto a estos personajes?


Texto extraido de La Voz Del Alma- Jack Levy 2023




Referencias y Bibliografía

[1] Exodo 3:14 [2] Saban, M. (2006). La Cábala: Psicología del misticismo judío. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Granica. [3] Talmud, Berajot 8a [4] Angel, M. (s.f.). What is Your Name? Thoughts on Parashat Shemot. Institute for Jewish Ideas and Ideals. Recuperado de https://www.jewishideas.org/what-your-name-thoughts-parashat-shemot Traduccion libre.

Commentaires

Noté 0 étoile sur 5.
Pas encore de note

Ajouter une note

SOBRE...

FECONCIENCIA - Lo que creas, creas.png

 Este es ‘FeConCiencia’. Te invito a explorar una perspectiva poco común respondiendo a estas preguntas que nos persiguen en la vida y muchos prefieren evitar.

 

Esto es para los valientes que se atreven a cuestionar y desafiar para profundizar y reforzar en su fe. Es hora de llevar nuestro entendimiento a un judaísmo maduro

POST ARCHIVE

¡Mantente conectado!

Thanks for submitting!

bottom of page