Yom Kippur -El Cohen Gadol de tu Vida
- Jack Levy
- 7 oct 2024
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 21 oct 2024
Por Jack Levy
Hoy no tenemos el Beit HaMikdash. El Templo está destruido, las piedras se han convertido en polvo, pero hay algo que sigue más vivo que nunca: el sacrificio interno. ¿Sabías que Dios te dijo que construyeras un Beit HaMikdash en tu interior? Esto no es poesía barata, ni filosofía para sentirnos bien. Esto es lo que nos enseñaron nuestros sabios. Dios te dijo:
"וְעָ֥שׂוּ לִ֖י מִקְדָּ֑שׁ וְשָׁכַנְתִּ֖י בְּתוֹכָֽם׃" (Exodo 25:8)
“Construye para mi un santuario y reposare dentro de ti.”

Hoy no hay altares de piedra, pero el altar sigue estando dentro de ti. Y no hay sumo sacerdote que haga el trabajo por ti. Hoy, tú eres el Cohen Gadol. Te lo repito: tú eres el Cohen Gadol de tu vida. ¿Sientes el peso de esas palabras?
En Yom Kippur, ya no sacrificamos animales, pero cada uno de esos sacrificios tenía un significado simbólico. Y ese simbolismo no se ha perdido. Si quieres entender realmente lo que Yom Kippur puede hacer por ti, tienes que entender lo que estos korbanot representan, y cómo cada uno de ellos habla de un aspecto de tu vida y tu ser. Vamos a desglosarlo.
El Toro: Poder que debe ser controlado
El toro es el primero en la lista, y no por casualidad. Representa la fuerza bruta, el poder desatado. En la antigüedad, simbolizaba lo más poderoso de la naturaleza, un animal capaz de arrasar con todo a su paso. El Zohar lo asocia con Gevurá, la fuerza divina que, sin equilibrio, puede volverse destructiva.
Ahora, reflexiona: ¿cuántas veces has ejercido poder sin ser consciente del impacto que causaste? El toro es un símbolo de esos momentos en los que usamos nuestra fuerza—física, emocional o mental—y, sin querer o a propósito, aplastamos a otros. No siempre reconocemos que el poder que ejercemos, consciente o inconscientemente, deja una huella. Piensa en esto: como padre o madre, inevitablemente

tendrás que ejercer tu rol, y, a pesar de tus mejores intenciones, causarás heridas. Voluntaria o involuntariamente, traumatizarás a tus hijos de una forma u otra. Por ello, en tiempos antiguos, se ofrecía un sacrificio de toro o vaca para expiar estos errores. El toro representaba cuando afectabas activamente a otros a través del ejercicio del poder; la vaca, cuando lo hacías de manera pasiva. Masculino y femenino, ambos aspectos del poder, requerían expiación.
Maimónides enseña que el sacrificio del toro purifica el liderazgo (Mishné Torá, Hiljot Teshuvá). Antes de poder expiar por otros, el líder debe expiar por sí mismo. Hoy, tú eres ese líder, aunque sea solo de tu propia vida. El toro representa el sacrificio de tu ego desbordado, de tu poder mal gestionado. ¿Estás dispuesto a sacrificar esa fuerza descontrolada para alcanzar un equilibrio más sano y consciente?
El Carnero: Renacer desde lo más profundo
El carnero tiene un simbolismo muy particular. Rashi comenta que el carnero sacrificado en Yom Kippur recuerda al carnero que Abraham sacrificó en lugar de Isaac (Génesis 22:13). Ese carnero es un símbolo

de sustitución, pero también de renacimiento.
Rabí Avraham Ibn Ezra dice que el carnero en la historia de Isaac es un símbolo de que, a veces, necesitamos entregar algo para poder renacer espiritualmente. ¿Qué significa esto en tu vida? Que para renacer, tienes que estar dispuesto a dejar morir algo de lo que eres hoy.
El carnero también está ligado al signo de Aries, que marca el comienzo de Nisán, el mes del renacimiento en la primavera. En Yom Kippur, el sacrificio del carnero es tu oportunidad para renacer. No hay un nuevo comienzo sin un sacrificio previo. Si sigues aferrado a lo viejo, no puedes esperar lo nuevo.
El Chivo: La Rebelión que debes soltar
Ahora llegamos al chivo, y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. El chivo ha sido asociado históricamente con la astucia y la rebelión. El término "seirim," en textos antiguos, hace referencia a demonios o espíritus errantes, mientras que en el lenguaje cotidiano en español, la cabra o el chivo a menudo se usan para describir a alguien astuto y oportunista, alguien que sabe aprovechar cada situación en su propio beneficio.

En Yom Kippur, el chivo juega un papel doble: uno es sacrificado en el Templo, y el otro es enviado al desierto como chivo expiatorio (Levítico 16:10). Este ritual simboliza las dos caras de nuestra personalidad. Por un lado, el sacrificio en el Templo representa el proceso consciente de utilizar nuestra astucia para el bien. Este es un acto estructurado y meticuloso, tal como lo es el sacrificio mismo. Por otro lado, está el chivo que es lanzado desde una montaña, desmembrándose por los golpes de la caída. Este acto violento simboliza los aspectos más oscuros y rebeldes de nuestra naturaleza, que deben ser reconocidos y gradualmente desmantelados. No podemos simplemente ignorarlos o "alimentarlos", pero sí podemos desarmarlos poco a poco, soltándolos de manera más agresiva.
Rambán comenta que el ritual del chivo es un acto de expulsión del mal de nuestras vidas. El chivo enviado a Azazel simboliza ese lado oscuro de ti que debes reconocer, pero no integrar; ese lado que no puedes controlar de inmediato, pero que necesitas dejar ir. Representa ese aspecto de tu ser que se rebela contra todo y todos, que busca su propio beneficio a expensas de los demás. En Yom Kippur, te enfrentas a esa parte de ti, pero no puedes dejar que te gobierne. Debes reconocerla y, poco a poco, desmantelarla y liberarte de su influencia.
Los Procesos de Yom Kippur: El Camino Completo
Yom Kippur es un viaje. Un viaje que, si lo tomas en serio, te lleva a purificarte desde lo más profundo. Es un proceso de expiación interna, pero también de reconexión con lo divino. No puedes avanzar sin antes enfrentarte a tus sombras. Vamos a desglosar estos 4 procesos.
1. El sacrificio del toro: Purificación del liderazgo

El Cohen Gadol, el sumo sacerdote, comienza sacrificando un toro, pero no por el pueblo, sino por él mismo y su familia (Levítico 16:6). ¿Qué significa esto para ti? Que antes de poder pedir perdón por otros, antes de representar a tu familia o tu comunidad, debes purificarte a ti mismo. El toro representa ese poder y esa responsabilidad que cargas, ya sea como líder de otros o de tu propia vida. Antes de pedirle a Dios que te perdone por lo que hiciste mal con los demás, tienes que limpiar lo que hay en ti.
2. El ritual de los dos chivos: Instintos en equilibrio
Uno de los momentos más poderosos de Yom Kippur es el ritual de los dos chivos. Uno es sacrificado en el Templo para Dios, mientras que el otro es enviado al desierto, a Azazel. Estos dos

chivos simbolizan la lucha interna entre tus instintos más bajos y tu ser más elevado. Ambos son necesarios, pero deben ser equilibrados.
El chivo sacrificado para Dios es el sacrificio consciente que haces para conectar con lo divino, el trabajo que haces para elevarte.
El chivo enviado al desierto es la representación de tus deseos más bajos que deben ser expulsados para que no dominen tu vida.
3. La entrada del Kohen Gadol en el Kodesh HaKodashim: El encuentro con lo sagrado

Una vez purificado, el Cohen Gadol entra en el Kodesh HaKodashim, el lugar más sagrado del Templo, donde pronuncia el Nombre de Dios. Este es el punto culminante de Yom Kippur, el momento en que el sacerdote se presenta ante lo divino. Este acto simboliza tu encuentro directo con lo sagrado.
En este momento, reconoces que has trabajado en ti mismo, que has purificado lo que necesitaba ser purificado, y que ahora te presentas ante Dios como una versión más limpia, más auténtica.
4. El sacrificio del carnero: Renovación del compromiso

Después de todo el proceso de expiación, el carnero es sacrificado como un símbolo de renacimiento (Levítico 16:24). Aquí es donde te comprometes a empezar de nuevo, a vivir de manera alineada con tu propósito. Es un sacrificio que simboliza la entrega total de lo que fuiste, para que puedas ser lo que estás destinado a ser.
Tú eres el Kohen Gadol
Hoy no necesitas un Beit HaMikdash. El Templo está dentro de ti. Deja de esperar que alguien más haga el trabajo que solo tú puedes hacer. Porque nadie vendrá a salvarte. Tú eres el Cohen Gadol de tu vida. Tú eres el que se purifica, el que enfrenta sus demonios, el que expulsa lo que ya no tiene lugar en tu ser, y el que se para frente a Dios, desnudo, vulnerable, listo para comenzar de nuevo.

Este Yom Kippur no es solo un día para pasar hambre y sentirte piadoso. Es un día en el que decides si renaces o sigues siendo la misma persona que ayer. Es el día en que te ves al espejo, sin excusas, y reconoces tu poder, tus errores, tu fuerza mal dirigida, tu astucia mal usada. Te das cuenta de que para avanzar, hay partes de ti que tienen que morir. Sí, morir. Porque no puedes llevar lo viejo a un lugar nuevo. Punto.
Hoy, Dios no te pregunta si eres bueno o malo. Te pregunta algo más incómodo: ¿Estás listo para tomar el control de tu vida? ¿Estás dispuesto a dejar de ser una víctima de tus circunstancias? ¿O prefieres seguir anestesiado, esperando a que el mundo cambie por ti? Este es tu momento, y no hay más tiempo que ahora.
Si sientes que ya es suficiente de lo mismo, te invito a unirte al episodio de meditación para preparar tu mente y tu alma para Yom Kippur. No se trata de palabras bonitas ni de sentirte bien. Se trata de que te enfrentes a ti mismo, de que descubras quién eres de verdad. Este es el momento en el que te preguntas:
¿Te atreves a ser el Cohen HaGadol de tu vida?
Referencias y Bibliografía
Torá (Pentateuco):
Levítico 16: Descripción del ritual de Yom Kippur, incluyendo los sacrificios del toro, los chivos y la expiación del C
ohen Gadol.
Génesis 22:13: Relato del sacrificio del carnero por Abraham en lugar de Isaac, referencia utilizada para el simbolismo del carnero en el ensayo.
Rambán (Najmánides):
Comentario sobre Levítico 16:10: Explicación del ritual del chivo enviado a Azazel, interpretado como la expulsión del mal de la comunidad y su conexión con la parte oscura de la personalidad.
Maimónides (Rambam):
Mishné Torá, Hiljot Teshuvá (Leyes del Arrepentimiento): Maimónides explica el proceso de expiación y la importancia de la purificación personal antes de pedir por los demás, especialmente en el contexto del sacrificio del toro.
Rashi:
Comentario sobre Éxodo 12:3: Referencia a la oveja como un símbolo de docilidad y cómo la obediencia ciega puede llevar al error. Aunque este pasaje se refiere a Pesaj, el simbolismo es reutilizado para el ensayo.
Rabí Avraham Ibn Ezra:
Comentario sobre Génesis 22: Ibn Ezra interpreta el sacrificio del carnero como un acto de sustitución y renacimiento espiritual, lo que conecta con la transformación en Yom Kippur.
El Zohar:
Sefer HaZohar (Libro del Esplendor), Parashat Vayikra: En este texto cabalístico, el toro se asocia con Gevurá, la fuerza divina que puede ser destructiva si no se equilibra, simbolizando el poder descontrolado.
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