Va'era- El Exodo Decodificado II.
- Jack Levy
- 8 ene 2024
- 10 Min. de lectura
Actualizado: 8 abr
En la primera parte de este ensayo (Perasha Shemot-El Exodo Decodificado I), hemos contemplado la historia del Éxodo, no solo como un relato histórico, sino como un reflejo de nuestras propias luchas internas y nuestra incansable búsqueda de liberación. En esta sección, centraremos nuestra atención en una de sus figuras más emblemáticas, Moisés, analizándolo como un catalizador de la conciencia humana.
Además, al entrelazar disciplinas como la psicología y la Kabbalah, nuestro análisis buscará ofrecer una comprensión más profunda y matizada de la historia de Moisés y su relevancia perdurable en el tiempo.

Moisés: El Despertar de la Conciencia
La historia de Moisés comienza con un acto decisivo.
“En aquellos días, cuando Moisés ya era adulto, salió a sus hermanos y vio sus pesadas cargas; y vio a un egipcio golpeando a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a su alrededor y, al ver que no había nadie [con valor], mató al egipcio y lo escondió en la arena”. (Éxodo 2:11-12)

Este momento decisivo en la vida de Moisés no solo es una respuesta física a una injusticia observada, sino también un punto de inflexión en su desarrollo psicológico y espiritual. Representa el momento en que uno se enfrenta a una verdad incómoda y decide actuar, un tema universal en la experiencia humana. Esta decisión puede ser comparada con la de un individuo que, al presenciar una injusticia o una situación de opresión, como en el caso de una relación abusiva o un entorno laboral tóxico, elige intervenir. Estos actos de coraje reflejan el despertar de una conciencia activa que rechaza la pasividad frente a la opresión, una temática que resuena en distintos contextos a lo largo de la historia y en nuestras vidas cotidianas.
La Parálisis de la Multitud y la Responsabilidad Personal
El fenómeno de la "responsabilidad difusa" se manifiesta claramente en la narrativa de Moisés. Frecuentemente, en situaciones de injusticia, los testigos pueden caer en un estado de inacción, un fenómeno observado no solo en incidentes históricos, sino también en escenarios contemporáneos. La decisión de Moisés de intervenir destaca la importancia crítica de asumir la responsabilidad personal cuando nos enfrentamos a situaciones injustas.
Este fenómeno se observa en diversos contextos, desde la inacción de vecinos ante un caso de abuso doméstico hasta el silencio de colegas en un ambiente de trabajo donde prevalece el acoso. Moisés, al tomar una postura activa, desafía la noción de responsabilidad difusa y se convierte en un ejemplo de intervención decisiva. Su acción nos invita a reflexionar sobre nuestro propio papel en situaciones de injusticia y opresión, animándonos a preguntarnos: ¿Qué podemos hacer para romper el ciclo de la inacción y tomar una posición activa frente a la injusticia?
Conflictos Internos: La Lucha Contra el Autoengaño
El conflicto interno, donde Moisés encuentra a dos hebreos peleando. Al intentar detenerlos, uno de ellos pregunta:
¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?”. Éxodo 2:13-14

Vemos aqui reflejado el desafío de enfrentar no solo a los demás, sino también nuestras propias dudas e inseguridades. Este momento es emblemático de un punto de inflexión, similar a cuando una persona en cualquier situación opresiva —sea en una relación abusiva o en un ambiente laboral hostil— confronta la negación y el autoengaño.
La historia de Moisés nos recuerda que el camino hacia la justicia y el autoconocimiento a menudo implica lidiar con conflictos internos, donde debemos enfrentarnos a nosotros mismos tanto como a los desafíos externos.
Huida a Midian: En Busca de la Verdad Interior
Después de su acto de rebelión, Moisés se enfrenta a las consecuencias directas de desafiar el poder establecido.
“Cuando el faraón oyó hablar de este asunto, trató de matar a Moisés. Pero Moisés huyó del faraón...”. Éxodo 2:15
Este versículo simboliza cómo, al enfrentarse a una verdad incómoda, las fuerzas inconcientes del statu quo - en este caso, representadas por el faraón - pueden buscar silenciar esa voz de cambio. Es análogo a la reacción de una esposa abusiva cuando se enfrenta a la realidad de su situación; puede haber una reacción violenta o de rechazo hacia quien destapa la verdad.

La huida de Moisés a Midian, tras su acto de rebelión, simboliza un retiro necesario para la introspección y el descubrimiento personal. En Midian, Moisés encuentra un espacio para reflexionar y crecer, un paralelo a lo que podría necesitar alguien que ha desafiado el status quo de su propia vida. Este retiro es una parte crucial del viaje hacia la autenticidad, similar a la necesidad de alejarse de un entorno tóxico para ganar claridad y fortaleza.
Este período de aislamiento y reflexión es esencial en cualquier proceso de transformación significativo. Al igual que Moisés, quien necesita tiempo y espacio para comprender su identidad y misión, muchas personas en situaciones de crisis o cambio pueden beneficiarse de un período de distancia y meditación. Esto les permite regresar a sus vidas con una nueva perspectiva y un renovado sentido de propósito.
Conclusión:
La travesía de Moisés hacia Midian no es solo un escape físico, sino un viaje espiritual y psicológico hacia el autodescubrimiento. Este patrón se refleja en muchas experiencias humanas, donde el alejamiento temporal de situaciones desafiantes puede ser un paso crucial hacia la realización y el cambio significativo.
PARTE 2
El Regreso a la Esencia y el Nacimiento de Guershom
“...Pero Moisés huyó de Faraón. Llegó a la tierra de Madián y se sentó junto a un pozo. (Exodo 2:15)"

El primer acto significativo de Moisés en Midian, sentarse junto a un pozo de agua, es altamente simbólico. Representa un regreso a su esencia y un redescubrimiento de su identidad. Esta escena es un eco de su propio nombre, Moisés, que significa 'sacado del agua'. En la tradición judía, el agua es un símbolo poderoso, a menudo asociado con la Torá. Como declaran nuestros sabios, "Ve-en maim ela Torá", el agua es la Torá en sí misma: una fuente de vida, sabiduría y rejuvenecimiento.
Así como el agua revivifica al viajero cansado, la Torá anima y renueva al hombre en su travesía por la vida. Del mismo modo que las lluvias representan la bondad divina, la Torá es vista como ¨Jesed¨, bondad y gratitud. Así como las aguas corren en lo profundo de la tierra, la Torá se encuentra en las profundidades mismas de la creación.
El encuentro de Moisés con el pozo, por lo tanto, no es solo un momento de reposo físico, sino también un punto de inflexión espiritual y existencial. Aquí, al borde del agua, Moisés comienza a conectarse con la sabiduría profunda y la guía que definirán su camino a seguir. Este momento señala un renacimiento, donde Moisés empieza a entender su identidad y destino de una manera más profunda y espiritual.
Del Pozo de Agua al Encuentro con Tzipora: Un Camino de Transformación
En este momento de introspección y conexión espiritual, Moisés se prepara inconscientemente para el próximo paso crucial en su viaje: el encuentro con su futura esposa, Tzipora.

El encuentro con Tzipora no es una coincidencia, sino un paso natural y necesario en la evolución de Moisés. Al igual que el agua del pozo simboliza la sabiduría y la vida, Tzipora representa 'Biná', el entendimiento profundo. Su unión con Moisés, quien encarna 'Jojmá', la sabiduría potencial, conduce al nacimiento de 'Da'at', la sabiduría práctica, simbolizada por su hijo Guershom. Este nacimiento representa no solo una nueva vida física sino también un despertar espiritual y psicológico en Moisés, quien ahora reconoce su identidad y destino de una forma más plena.
Esta secuencia de eventos – desde la reflexión junto al pozo de agua hasta la unión con Tzipora – muestra cómo la introspección y el entendimiento pueden llevar a una transformación significativa. En la vida de Moisés, vemos cómo la sabiduría latente (Jojmá) y el entendimiento profundo (Biná) se fusionan para dar lugar a una nueva fase de sabiduría práctica y acción (Da'at), un proceso que es esencial para su transformación en líder y guía.
Conclusión
La historia de Moisés, desde su reflexión junto al pozo hasta su encuentro con Tzipora, nos enseña que la comprensión profunda y la transformación personal a menudo siguen un camino de introspección y encuentros significativos. Así como Moisés se embarca en su misión con una nueva conciencia, este patrón resuena en nuestras propias vidas, donde los momentos de reflexión y las conexiones significativas pueden ser catalizadores para nuestro propio crecimiento y transformación.
PARTE 3
La Zarza Ardiente: El Alma Inextinguible y la Conciencia Persistente
El encuentro de Moisés con la zarza ardiente (Éxodo 3:2-4), que arde pero no se consume, es una poderosa metáfora del alma y la conciencia. Al igual que la zarza, el alma y la conciencia son inextinguibles, arden con una verdad que no puede ser silenciada o destruida.

Esta imagen también simboliza el papel del pueblo judío, una presencia persistente y a menudo incómoda en la historia, como la conciencia que, si se ignora, puede provocar un deseo de extinguirla para escapar del remordimiento o la culpa. Al igual que la zarza ardiente, la presencia y el mensaje del pueblo judío en el mundo han sido persistentes y a menudo incómodos, como un recordatorio constante de la justicia, la ética y la espiritualidad.
En la vida la conciencia actúa de manera similar: una voz interna constante que, a pesar del dolor y la confusión, nunca se apaga completamente. Es la chispa que finalmente si se escucha, impulsa el cambio.
"Esther Panim" y el Inconsciente en la Psicología

La idea de "Esther Panim", la cara oculta de Dios, se correlaciona con el concepto psicológico del inconsciente. Así como Dios parece estar ausente durante los períodos de sufrimiento, las partes más profundas de nuestra psique, nuestros miedos y verdades no confrontadas, permanecen ocultas hasta que estamos listos para enfrentarlas. En la historia de Moisés, este período de ocultamiento precede a una revelación y una misión más clara. Asi el enfrentamiento con nuestro inconsciente, con aquello que aún no ha sido capaz de abordar, es un paso crucial hacia la liberación y el autoconocimiento.
Conclusión
Así, la historia de Moisés en Midian y su encuentro con la zarza ardiente reflejan no solo un cambio físico y situacional, sino una transformación interna profunda: desde el dolor y la confusión hacia una mayor claridad, fortaleza y propósito. Al igual que Moisés, se enfrenta a la necesidad de cambiar no solo su entorno, sino también su comprensión de sí misma y su lugar en el mundo. En la próxima sección, veremos cómo estos procesos de despertar y confrontación interna allanan el camino para la acción y la transformación final.
Parte 4 (Final)
"Superando Inseguridades: La Psique de Moisés y Nuestra Lucha Interna"
La narrativa de Moisés enfrentando sus inseguridades se revela vívidamente después de la manifestación divina en la zarza ardiente. Moisés expresa su temor e inseguridad:
"Y dijo Moisés a Dios: Oh Señor, yo no soy hombre de palabras... pues soy torpe de boca y torpe de lengua".Éxodo 4:10
La respuesta de Dios, en el versículo siguiente, no es solo un refuerzo de su apoyo sino también una afirmación de un plan divino:
"¿Quién dio boca al hombre? ¿Quién hace al mudo o al sordo, al que ve o al ciego? ¿No soy yo, Dios?"

El Midrash Tanchuma, Shemot 10, profundiza en esta idea, sugiriendo que Dios ha intervenido de maneras no percibidas anteriormente, preparando el escenario para este momento crucial. El Midrash pregunta: “¿Quién hizo "mudo" a Faraón para que no pudiera insistir en la ejecución de su orden de matarlos? ¿Quién hizo "sordos" a sus ministros, para que no pudieran oír cuando él daba órdenes acerca de ustedes? ¿Y los verdugos cuya tarea era matar, quién los hizo "ciegos" para que no pudieran ver cuando ustedes huyeron de la plataforma (lugar elevado de ejecución) y escaparon?”. Esta narrativa ilustra cómo la mano de Dios ha estado activa en los acontecimientos, preparando el escenario para la misión de Moisés.
Estos actos divinos, según el Midrash, demuestran que Moisés, y por extensión cada uno de nosotros, es parte de un diseño más amplio y un plan divino. A través de estos ejemplos, se revela cómo las circunstancias que parecen ser producto del azar o la fortuna, pueden en realidad ser manifestaciones de una guía y propósito mayores.. Estos actos divinos ilustran cómo Moisés, y por extensión cada uno de nosotros, es parte de un diseño más amplio. Nos enseña que nuestras luchas personales, como las de Moisés, nos preparan para roles y responsabilidades que trascienden nuestras limitaciones percibidas.
El Retorno a Egipto: Enfrentando el Pasado y el Opresor
En Éxodo 4:19-20, Dios le dice a Moisés que es seguro regresar a Egipto, pues aquellos que buscaban su muerte han fallecido. Este retorno simboliza el enfrentamiento necesario con el pasado y las fuentes de opresión. Para la esposa en nuestra analogía, esto puede significar enfrentarse a su abusador o a las situaciones que simbolizan su opresión y dolor. No es un regreso a la sumisión, sino un enfrentamiento valiente y consciente para cambiar la dinámica de poder.
"Aceptación y Transformación: La Misión de Moisés"
Al inicio de la parashá Va´era, nos encontramos con un Moisés transformado, que ha aceptado plenamente su misión divina. Este momento marca un cambio significativo en su viaje, tanto personal como espiritual. Moisés, quien inicialmente dudaba y temía su capacidad para llevar a cabo esta tarea, ahora se enfrenta a los desafíos venideros, incluyendo las plagas y las batallas, con una nueva fortaleza y determinación.

La evolución de Moisés desde la zarza ardiente hasta este punto es un poderoso testimonio de crecimiento y auto-realización. A través de sus interacciones con Dios y su reflexión personal, Moisés ha superado sus inseguridades y dudas, asumiendo su papel como líder del pueblo judío. Esta transformación es emblemática de un viaje que todos nosotros enfrentamos: el paso de la duda y la incertidumbre a la aceptación de nuestras propias misiones y capacidades.
La parashá Va´era no solo marca el comienzo de la misión de Moisés, sino que también simboliza la eterna lucha entre la opresión y la libertad, entre la desesperanza y la redención. Moisés, armado ahora con una fe inquebrantable y una conciencia clara de su propósito, está listo para guiar a su pueblo a través de los próximos desafíos, mostrando que, con fe y determinación, los mayores obstáculos pueden ser superados.
Reflexión Final
La historia de Moisés es una fuente de inspiración y enseñanza. Nos recuerda que cada uno de nosotros puede experimentar transformaciones similares en nuestras vidas. Aunque enfrentemos dudas y miedos, la fe, el coraje y la convicción en nuestros propósitos pueden conducirnos a cumplir nuestras misiones más significativas. Así como Moisés emergió de su duda para convertirse en un líder y liberador, nosotros también tenemos la capacidad de superar nuestras propias incertidumbres y emerger más fuertes, más sabios y más determinados en nuestro propio camino hacia la libertad y la realización.
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