Lej Leja -El Valor de Soltarlo Todo
- Jack Levy
- 4 nov 2024
- 15 Min. de lectura
Por Jack Levy
"לֶךְ לְךָ מֵאַרְצְךָ וּמִמּוֹלַדְתְּךָ וּמִבֵּית אָבִיךָ אֶל הָאָרֶץ אֲשֶׁר אַרְאֶךָּ"
¿A quién engañas? Dices que estás "bien", que tienes "todo bajo control". Que la vida que llevas es la vida que elegiste. Pero sabes que es mentira. ¿Cuántas veces has sentido que estás atrapado en una cárcel invisible, encadenado a una rutina que te mata por dentro? ¿Cuántas veces te has conformado con menos porque es "más seguro"?

Dime, ¿qué tan lejos estás dispuesto a llegar para encontrar tu libertad? ¿Te atreverías a soltar esa versión de ti mismo que ya ni siquiera reconoces? Esa máscara que te pusiste para encajar, para ser "alguien" a los ojos de los demás. Porque la verdad, si te atreves a admitirla, es que estás más atado de lo que quieres aceptar. Atado a tus miedos, a tu zona de confort, a las expectativas ajenas. ¿Te has convertido en un extraño para ti mismo?
Lej Leja. Dos palabras que no vienen a consolarte, sino a desafiarte. Es un mandato divino que no te promete felicidad, sino transformación. Que te dice que dejes todo: tu seguridad, tu comodidad, tus excusas. Que te largues de esa vida mediocre en la que te has instalado y te enfrentes al vacío. ¿Te atreves? ¿Te atreves a ir hacia lo desconocido, aunque no haya garantías, aunque el precio sea desmoronarte para poder reconstruirte?
La parashá Lej Leja nos cuenta sobre Abraham. Sí, el mismo Abraham que podrías admirar como un héroe, pero que en su momento era solo un hombre común, cómodo en su tierra, rodeado de su gente. Y un día, una voz lo revienta desde adentro y le dice: “Ve hacia ti, Vete de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré"”. Imagínate. Lo fácil era quedarse donde estaba. Lo cómodo era seguir igual. Pero ¿qué sentido tiene una vida sin propósito, sin verdad?
¿Cuántas veces te has quedado en lo cómodo solo para no enfrentarte contigo mismo? ¿Cuántas excusas más vas a inventar para evitar el miedo que te da descubrir quién eres realmente? Porque el verdadero salto de fe no es creer en Dios o en el universo, sino creer en ti, en lo que podrías llegar a ser si dejas de vivir para los demás y empiezas a vivir para ti.
Lej Leja no es solo un cuento antiguo. Es una patada en el pecho que te empuja a despertar, a soltar todo lo que te amarra, a quemar las falsas seguridades en las que te has escondido. La libertad no se siente bien, la libertad duele. Te arranca de lo cómodo, te obliga a enfrentarte a tus peores miedos. Pero dime, ¿prefieres una vida cómoda o una vida auténtica? ¿Prefieres seguir mintiéndote o finalmente verte al espejo y reconocer a la persona que realmente eres?
Entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a seguir conformándote, pretendiendo que estás “bien”? ¿O vas a responder a este llamado y a romper con todo lo que te limita? Porque Lej Leja es para los que están dispuestos a morir a su vida vieja, para renacer en su verdad.
Rashi: Beneficio Personal
Rashi interpreta "Lej Leja" como algo más que un simple mandato de obediencia. No era un capricho de Dios, no era un "sígueme y punto". Era un llamado a la grandeza. Era Dios diciéndole a Abraham: "Este viaje no es para cumplir conmigo; este viaje es para ti. Porque donde estás, no puedes crecer. Porque donde estás, no puedes convertirte en lo que viniste a ser. Si te quedas en la comodidad de lo que conoces, jamás tocarás la promesa que tengo preparada para ti."

¿Y tú? ¿Cuántas veces te has aferrado a tu zona de confort, convencido de que la seguridad es lo mejor para ti? Pero dime, ¿de qué sirve una vida sin propósito, sin riesgos, sin posibilidad de expandirte? Rashi nos recuerda que hay bendiciones que solo se activan cuando dejas el terreno seguro. Que el crecimiento real duele, que el verdadero destino te exige que sueltes el "yo" que crees ser, para dejar espacio al "yo" que podrías llegar a ser.
No estamos aquí para vivir a medias, para conformarnos con migajas. Creer en ti, incluso cuando las pruebas aún no se han materializado, es el primer paso. Creer en lo que puedes llegar a ser, aunque aún no lo veas, es la puerta de entrada a la vida que verdaderamente mereces. Si quieres grandes bendiciones, prepárate para hacer grandes sacrificios. Porque el verdadero crecimiento nunca viene envuelto en la comodidad. El verdadero crecimiento se abre camino en medio del riesgo, de lo incierto, de aquello que te asusta.
Midrash: Rompe tu Frasco, Expande tu Luz
El Midrash nos muestra otra imagen poderosa: Abraham como un perfume encerrado en un frasco. Piensa en esto: ¿De qué sirve el perfume si está atrapado, sin aire, sin espacio para expandirse? Solo cuando ese frasco se rompe, su esencia puede llenar el mundo. Solo cuando Abraham se libera de las limitaciones de su tierra y se atreve a salir, su esencia puede tocar y transformar.

Escucha bien: tú también eres ese perfume. Tú también tienes una esencia que no se creó para ser contenida. Tu luz no fue hecha para estar oculta, encerrada en una rutina cómoda y predecible. Fue hecha para derramarse, para esparcirse, para llenar el mundo con lo que solo tú puedes aportar. Lej Leja te dice que tu misión va más allá de ti, que tu propósito no es solo encontrar tu propio camino, sino impactar la vida de otros, iluminar a aquellos que te rodean.
A veces, eso significa salir de donde estás. A veces, eso significa exiliarte de lo que conoces, dejar tu casa, tu gente, tu zona de seguridad, para que tu verdadera esencia pueda florecer. El exilio, galut, no es un castigo. Es una misión, una oportunidad de crecer en lugares donde jamás pensaste que podrías hacerlo. Porque cuando te liberas, liberas a otros. Cuando encuentras tu propia luz, iluminas el camino de quienes están atrapados en su propia oscuridad.
Entonces, deja de esconderte, de contenerte, de minimizarte. Estás aquí para llenar el mundo con tu esencia, no para quedar atrapado en un frasco. Que tu vida sea ese perfume que, al expandirse, transforma todo a su alrededor.
El Talmud: El Viaje Hacia la Raíz de tu Alma
La historia de Rabí Zushya nos da otra lección: un hombre que entendió que el verdadero éxito no es imitar a otro. Que el verdadero fracaso no es no ser como Moisés, sino no ser como él mismo. Porque cuando él llegue al cielo, no le preguntarán por qué no fue otro; le preguntarán por qué no fue él, en su forma más pura, más auténtica, más fiel.

¿Estás persiguiendo la vida de alguien más? ¿Estás atrapado en un papel que no te pertenece, viviendo en un disfraz que has cargado por tanto tiempo que ya te cuesta quitártelo? La lección del Talmud es clara: Lej Leja es un viaje hacia tu propia esencia, no hacia la versión que otros esperan de ti.
Este camino hacia la raíz de tu alma es incómodo, solitario, y a veces aterrador. Porque te obliga a soltar las expectativas de los demás. Te obliga a alejarte de lo que creías seguro para sumergirte en el misterio de tu identidad. A dejar atrás los deseos de aprobación, a romper las cadenas invisibles de lo que se supone que “deberías” ser.
Abraham no solo dejó su tierra física. Se desprendió de una identidad falsa, de una vida que no le pertenecía. Y en ese viaje hacia lo desconocido, encontró su verdad, su propósito, su grandeza. Y eso mismo es lo que se te pide a ti: que te atrevas a ser tú, sin miedo, sin máscaras. Porque si no te atreves a conocerte, a encontrarte, a ser tú en toda tu autenticidad, nunca vivirás la vida que viniste a vivir.
Rabbi Sacks: Libertad vs. Determinismo
Rabbi Jonathan Sacks nos pone un espejo en la cara y nos hace una pregunta directa: ¿qué significa ser realmente libre? ¿Crees que la libertad es hacer lo que te da la gana, sin límites, sin deberes, sin compromisos? No, hermano, esa no es la libertad de la que estamos hablando aquí. Para Sacks, la verdadera libertad no es la de hacer lo que quieres, sino la de hacer lo que debes. Es la capacidad de mirar tus decisiones de frente y asumir la responsabilidad total por ellas.

La humanidad ha tropezado una y otra vez en este punto. Adán falló en aceptar su responsabilidad cuando culpó a Eva. Caín falló en su responsabilidad moral al desentenderse de su hermano y decir: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” Noé falló en su responsabilidad colectiva al preocuparse solo por su familia mientras el mundo se hundía en caos. Y la generación de la Torre de Babel falló en su responsabilidad espiritual al negar al Creador, queriendo hacerse dioses.
¿Te das cuenta? Estamos programados para evitar responsabilidades, para buscar excusas, para echar la culpa fuera. Pero Lej Leja es un grito en medio de esa mediocridad, un llamado a romper ese ciclo de autoengaño. Abraham tuvo que librarse de todo aquello que lo definía y limitaría: la seguridad de su tierra, las expectativas de su familia, las influencias de su entorno. Solo entonces pudo convertirse en la mejor versión de sí mismo, solo así pudo cumplir su propósito divino.
Entonces, dime: ¿qué estás haciendo tú para asumir la responsabilidad de tu propia vida? ¿Cuántas excusas más vas a poner? ¿Cuántas veces vas a seguir culpando al destino, a la familia, al pasado, a la sociedad? Lej Leja es una llamada a que te liberes, a que rompas con el determinismo de “así soy, así nací, así crecí”. A que dejes de ser prisionero de las circunstancias y decidas ser dueño de tus decisiones. Porque la libertad no se te regala. La libertad se pelea, se conquista, y se asume con los puños en alto.
Los Tres Judíos y el Determinismo: Rompiendo las Cadenas de lo Predeterminado
Rabbi Sacks tambien menciona a tres pensadores judíos que cambiaron la forma en que entendemos el determinismo: Spinoza, Marx y Freud. Tres gigantes que analizaron las cadenas invisibles que parecen atarnos desde el día en que nacemos.

Spinoza decía que somos esclavos de nuestra naturaleza, que estamos amarrados por leyes causales, atrapados en un determinismo genético que define quiénes somos. Marx afirmaba que somos el resultado de factores económicos, que nuestra vida está dictada por la clase social, por la lucha de poderes, por la propiedad o la falta de ella. Y Freud, el padre del psicoanálisis, nos aseguró que estamos condenados por los impulsos y traumas de la infancia, atrapados en las redes del inconsciente y de nuestras primeras experiencias.
Pero entonces llega Lej Leja, y nos da una bofetada en la cara. Nos dice: "Deja tu tierra, deja tu lugar de nacimiento, deja la casa de tu padre". Esto no es solo un mandato casual; es una invitación a romper con todo lo que parece predeterminado. A dejar atrás las excusas, los determinismos. Que el dinero como dice Marx, la genética como dice espinoza o la casa de tus padres como dice Freud, no dicten tu futuro. Este es tu camino. Es tu responsabilidad crear tu propia historia, no ser una víctima de tus circunstancias.

¿Quieres seguir culpando a tu familia, a tus genes, a tu economía, a tus traumas? ¿O vas a atreverte a tomar el control? Porque si Abraham pudo, si él rompió con lo que le había sido impuesto, tú también puedes. No eres prisionero de tu pasado, no estás encadenado a lo que te dijeron que eras. Eres libre para escribir una historia nueva, si tienes el valor de soltar las viejas creencias.
Las Máscaras que Nos Encadenan
Mario Saban nos habla de las máscaras. Esas que llevas puestas desde que eras niño. Esas que te enseñaron a usar para encajar, para ser aceptado, para evitar el rechazo. La máscara del éxito, la máscara de la fuerza, la máscara de la seguridad. Pero hay algo que no te dijeron: esas máscaras que al principio te protegieron, hoy te asfixian. Hoy, esas máscaras se han vuelto una cárcel, y ni siquiera recuerdas quién eres sin ellas.

Lej Leja es el llamado a despojarte de todas esas mentiras que te has contado. Porque no puedes ser libre mientras sigas siendo esclavo de las expectativas de los demás. No puedes ser tú mientras sigas poniéndote máscaras para que el mundo te aplauda. La verdadera libertad comienza cuando decides vivir desde tu esencia, cuando te miras al espejo sin filtros, sin disfraces, sin miedo al qué dirán.
Primero, tienes que reconocer esas máscaras. Tienes que atreverte a verlas y a decir: "Esta no soy yo. Esta es la versión que el mundo espera de mí, pero no la que llevo dentro". Después viene la independencia: vivir sin la necesidad de encajar, sin mendigar la aprobación de nadie. Y, finalmente, llega la verdadera libertad: actuar desde un lugar de autenticidad, de verdad pura.
Abraham dejó todo lo que definía su vida para embarcarse en un viaje hacia lo desconocido. No llevaba máscaras, no llevaba certezas, solo la fe en que encontraría algo más allá. Lej Leja es tu llamado a hacer lo mismo. A despojarte de lo que no eres, a dejar atrás las etiquetas y a encontrarte con esa chispa divina que llevas dentro, esa verdad que clama por ser vivida.
Historia Personal: Mi Camino de Emprendimiento y Caída
La vida te va a retar. Te va a empujar hasta que no te quede otra opción que decidir quién eres de verdad. Yo lo viví en carne propia. Después de años de carrera, de intentar "ser alguien", decidí emprender un negocio que me apasionaba. Abrí un gimnasio de boxeo, un lugar donde invertí mis días, mis noches, y mi energía. Lo hacía con pasión, pero en el fondo, aún estaba atrapado en la idea de "tener éxito", de cumplir con una expectativa externa que nunca me perteneció del todo.
Unos años antes, en 2012, llegó la oportunidad de mi vida: un lugar en La Voz México. De 300,000 personas, eligieron a 32, y yo era uno de ellos. Pero había una condición: firmar un contrato que me impedía respetar el Shabat. Tuve que decidir entre mi fe, mi tradición, y la oportunidad de perseguir mi sueño. Decidí honrar mi esencia, y dejé pasar el sueño de cantar. ¿Dolió? Claro que sí. Pero también me sentí orgulloso de ser fiel a quien soy, dejando una deuda pendiente.

Después, en 2019, la vida me dio otra oportunidad de entrar en el programa sin ningun impedimento de Shabat ni fiestas. Y me lancé con todo. Hice todo lo que pude, me entregué. Pero esta vez, los jueces no se voltearon, no me seleccionaron. Al mismo tiempo, el gimnasio que tanto había trabajado se desmorono y por muchas circunstancias tuve que cerrar. Fue un golpe devastador. Todo lo que creía ser —el empresario, el cantante, el boxeador— se desmoronó. Y ahí estaba yo, desnudo ante mí mismo, sin ninguna etiqueta en la que refugiarme.
Entonces surgió la pregunta: ¿Quién soy, si ya no soy nada de eso? Esa pregunta me llevó al vacío, a la depresión, a cuestionar cada rincón de mi alma. Pasé por psicólogos, psiquiatras, rabinos, en fin, por una búsqueda incansable de respuestas. Hasta que entendí que todas esas etiquetas, todas esas máscaras, eran solo eso: ilusiones, fachadas. Me lancé a investigar mis raíces, construí un árbol genealógico con miles de personas, intentando descubrir de dónde vengo, para entender quién soy.
Y en ese proceso, entendí que Lej Leja es la llamada más honesta y brutal de todas: despojarme de todo lo que no soy para encontrarme con mi esencia. Porque la vida no se trata de acumular títulos o etiquetas; se trata de recordar quién eres cuando todo eso desaparece.
Nelson Mandela: La Libertad Requiere Disciplina

Nelson Mandela dijo que la libertad no es un derecho que se nos otorga, ni un regalo que nos llega un día por sorpresa. No, la libertad se cultiva. Es un trabajo constante, como aprender a tocar un instrumento o a pintar un lienzo. Es disciplina. Es tener la voluntad de levantarse cada día y enfrentarse al peso de tus propias elecciones, al dolor de tus propias caídas. La libertad no se trata de ser invencible; se trata de tener el coraje de levantarte una y otra vez, aunque la vida te haya golpeado con fuerza.
Mandela entendía, como lo entendió Abraham, que la libertad real viene acompañada de sacrificio y responsabilidad. No es cómoda, no es complaciente. La verdadera libertad es el precio que pagas por ser fiel a lo que eres, aunque ese precio sea alto. Cada vez que caí en mi vida, tuve que decidir si me quedaría en el suelo o si me levantaría, aún con las rodillas temblando y el orgullo hecho pedazos. Y, como Abraham, aprendí que la libertad implica aceptar la realidad, con todo su caos, con todas sus incertidumbres, y seguir adelante. Porque la libertad no es un destino; es una lucha diaria.
Natorei Karta y el Idealismo: Cuando la Realidad Rompe con el Sueño

Siempre juzgué a Natorei Karta, esa secta judía que rechaza el Estado de Israel. ¿Cómo pueden rechazar algo que para muchos representa un sueño cumplido, una tierra para el pueblo judío después de tanto dolor, tanto exilio? Pero luego me pregunté si detrás de su postura había algo que no alcanzaba a comprender. ¿Acaso ellos están viendo algo que nosotros no vemos? Tal vez para ellos, la tierra de Israel como la conocemos hoy no cumple con esa imagen ideal de una tierra que mana leche y miel, de una tierra en paz. Tal vez, para ellos, aceptar esta realidad sería aceptar una promesa rota.
Lo que esto me enseñó es que, a veces, idealizamos tanto una idea que nos perdemos la realidad frente a nosotros. Nos aferramos al sueño de cómo deberían ser las cosas y nos desilusionamos cuando el mundo real no se alinea con nuestras expectativas. Queremos un "Olam Habá" —un mundo perfecto, ideal— y nos frustramos cuando no lo encontramos. Pero tal vez el verdadero desafío es abrazar la imperfección, aprender a vivir en el aquí y el ahora, con sus fallas, con sus sombras. Como Mandela decía en su Long Walk to Freedom, la libertad no es el final de una lucha; es el inicio de una responsabilidad. La libertad es aceptar el presente tal y como es y trabajar para mejorarlo.
El Viaje al Alma

Lej Leja no es una historia antigua, un relato sagrado que queda encerrado en un libro. No. Es un llamado que sigue sonando hoy en día, un grito que nos recuerda que el viaje no es solo físico; es un viaje del alma. Es un mandato que nos invita a romper las cadenas invisibles que nos atan a una vida de mediocridad, a una versión de nosotros mismos que nunca elegimos, que simplemente adoptamos porque era lo que esperaban de nosotros.
Es un viaje hacia lo desconocido, un camino hacia la verdad más incómoda, hacia la libertad más brutal. Y no es fácil. Te va a doler. Te va a sacar de cada rincón cómodo en el que te has refugiado. La libertad no es cómoda. La libertad no es fácil. La libertad es un camino que duele, que quema, que te deja vulnerable, sin máscaras, sin excusas. Pero cada paso que das en ese viaje, cada miedo que enfrentas, es una capa de mentira que se cae, es una máscara menos, es una verdad más cerca de tu esencia.
Lej Leja: Una Invitación a la Libertad Auténtica
Entonces, ¿qué significa realmente responder al llamado de Lej Leja? Significa dejar de lado las excusas, las comodidades, las limitaciones autoimpuestas. Significa aceptar que la grandeza no se alcanza desde la comodidad. Es un acto de fe, una decisión de valentía: soltar todo lo que conoces, todo lo que te da seguridad, y tomar la mano de lo divino que hay en ti. Caminar hacia lo desconocido, hacia esa grandeza que todavía no puedes ver, pero que sabes que está ahí, esperando que la reclames.
La verdadera libertad no es un regalo; es una conquista. Es levantarte cada día y tomar la decisión de ser, de crecer, de caminar hacia esa tierra que Dios te prometio, aunque todavía no puedas verla, aunque el camino esté oscuro y las dudas te quieran arrastrar.
¿Qué Máscaras Vas a Romper?
Así que te pregunto, con toda la crudeza que requiere una pregunta así: ¿Qué máscaras necesitas dejar atrás? ¿Qué cadenas te atan a esa versión diluida de ti mismo? ¿Qué excusas tienes que soltar para ser la persona que realmente eres? Porque la verdadera libertad comienza en el momento en que decides, sin miedo, sin dudar, ser quien realmente eres. La verdadera libertad es el coraje de escuchar esa voz interna que te has pasado la vida acallando, esa voz que quiere ser escuchada, que quiere ser vivida.

Lej Leja es el salto hacia lo incierto, hacia lo auténtico, hacia lo más puro de tu ser. Es enfrentar ese miedo que has evitado toda la vida, mirar al abismo del cambio, y decidir que la comodidad no es suficiente. Es romper con las expectativas, desafiar el status quo, y construir una vida que esté alineada con tu verdad.
Porque, en última instancia, Lej Leja no es solo una orden del pasado. Es una invitación eterna hacia el futuro. Nos llama a abandonar las máscaras, a liberarnos de las cadenas invisibles, y a descubrir quiénes somos realmente. Es una invitación a vivir con autenticidad, a caminar sin titubeos hacia lo que realmente estamos destinados a ser, aunque ese camino esté lleno de caídas.
La libertad no es comodidad; la libertad es valentía. Es el coraje de escuchar la voz de tu alma y seguir adelante, paso a paso, hacia la tierra que solo tú puedes conquistar.
Bibliografia y Referencias.
Torá, Parashá Lej Leja: La historia principal de Abraham que sirve como base del ensayo. (Bereshit/Génesis 12:1-3)
Rashi (Rabí Shlomo Yitzchaki): Comentario sobre el significado de "Lej Leja" como un mandato para el beneficio personal de Abraham. Rashi destaca cómo el viaje de Abraham era necesario para su crecimiento y para cumplir su propósito divino.
Midrash: Interpretaciones adicionales que comparan a Abraham con un perfume en un frasco que debía ser liberado para expandirse y tener un impacto en el mundo. El Midrash también muestra cómo el galut (exilio) es una misión, no un castigo.
Talmud (Rabí Zushya): Historia en la cual Rabí Zushya reflexiona sobre ser la mejor versión de sí mismo, enfatizando la autenticidad y el autodescubrimiento.
Rabbi Jonathan Sacks:
Sacks, J. (2010). Covenant & Conversation: A Weekly Reading of the Jewish Bible - Genesis: The Book of Beginnings. Maggid Books. La perspectiva de Rabbi Sacks sobre la diferencia entre determinismo y libertad, y las responsabilidades de la humanidad reflejadas en los eventos de Adán, Caín, Noé, y la Torre de Babel. Perasha Lej Leja
Mario Saban: Conceptos sobre las máscaras que llevamos en la vida, y la importancia de despojarnos de ellas para alcanzar nuestra verdadera esencia y libertad.
Sabán, M. (2020). La psicología del misticismo judío. Editorial Kairós.
Nelson Mandela:
Mandela, N. (1994). Long Walk to Freedom: The Autobiography of Nelson Mandela. Little, Brown and Company. La idea de que la libertad es una disciplina que requiere esfuerzo, similar a una obra de arte que toma tiempo en perfeccionarse.
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