Ki Tisa y Purim - Lo Que Vistes, Te Viste
- Jack Levy
- 8 mar
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 11 mar
Por Jack Levy

¿Quién eres cuando nadie te ve?
Cada mañana abrimos el clóset y nos vestimos como quien se pone una armadura sin pensar. Rutina. Piloto automático. Como si fuera un trámite más, algo que cubre el cuerpo pero deja desnuda el alma. No nos damos cuenta de que cada prenda es un grito, un golpe de identidad. ¿Un disfraz? ¿Un reflejo? ¿Una mentira bien planchada?
La ropa no es solo tela. Es poder. Es manipulación o redención. Desde la primera vez que el humano se cubrió en el Edén, no por frío, sino por vergüenza, hasta las túnicas de Esther, que la vistieron de destino, la historia de la humanidad no se ha escrito con tinta, sino con vestiduras.
בֶּגֶד y בָּגַד
Beged y Bagad. Ropa y traición. Mismas letras, distinto destino.
Porque la Torá no nos habla solo de tela y costuras. Nos habla de cómo nos vestimos ante la vida. De lo que mostramos. De lo que ocultamos. De lo que traicionamos de nosotros mismos cada vez que nos ponemos una máscara en lugar de mostrarnos de verdad.
Esta semana, en la Perashá Ki Tisa, la vestimenta es protagonista. Las ropas del Cohen Gadol no son solo lujo y belleza. Son un código. Un portal. Un recordatorio de que la imagen puede elevar o puede engañar. Y al otro lado de la moneda, el Becerro de Oro: una imagen vacía, idolatría disfrazada de significado.
El mismo dilema que enfrentamos todos los días:
¿Nuestra imagen es un canal o una trampa? ¿Nos vestimos para ser vistos o para revelarnos? ¿Lo que mostramos al mundo es un reflejo de nuestra verdad o un disfraz desesperado?
Vamos a recorrer la historia. Vamos a abrir el armario de la Torá. Porque todo en este mundo es un traje. Pero la única pregunta que realmente importa es:
¿Qué hay debajo?
Adam: La Transparencia Perdida
Adam no necesitaba ropa. No porque fuera un hippie corriendo por el Edén, sino porque no había diferencia entre su interior y su exterior. No tenía dobleces, no tenía máscaras. Era puro, translúcido.
El Midrash dice que su piel era como uñas, lo único en nuestro cuerpo que todavía deja pasar la luz. Nada que ocultar. Nada que fingir. Ninguna capa de mentira entre él y la verdad.
Hasta que pecó.

Sintió vergüenza. Y la primera reacción de Dios no fue regañarlo. No fue condenarlo. Fue vestirlo.
"Y Dios hizo para Adam y su esposa túnicas de piel y los vistió." (Génesis 3:21)
Pero aquí hay un truco, un doble filo. Algunos comentaristas leen כָּתְנוֹת עוֹר (túnicas de piel – עור) como כָּתְנוֹת אוֹר (túnicas de luz – אור).
O sea, Adam no solo se vistió. Se apagó.
Pasó de estar cubierto de luz a estar cubierto de piel. De lo divino a lo humano. De la transparencia a la opacidad.
El primer disfraz de la historia no fue para engañar a los demás. Fue para esconderse de sí mismo. Para tapar el reflejo de lo que había perdido.
Desde entonces, nadie se viste solo para cubrirse del frío. Nos vestimos para tapar algo. Para jugar un papel. Para crear una versión editada de nosotros mismos que tal vez nos duela menos ver en el espejo.
Y así nos movemos por la vida, disfraz tras disfraz, capa tras capa, hasta olvidar qué había debajo de todo eso.
La pregunta es: ¿sigues eligiendo tu ropa, o ella te elige a ti?
Yaakov: La Ropa Como Engaño
La historia de la vestimenta sigue con Yaakov y Esav. Dos opuestos. Yaakov, el tzadik. Esav, el cazador. Pero al final, es Yaakov quien se disfraza de Esav para recibir la bendición.
Se cubre con su piel. Se convierte en otro. Y funciona. Yitzjak lo bendice creyendo que es Esav.
Pero hay un detalle brutal. Cuando Yitzjak lo huele, dice:
"Mira, el aroma de mi hijo es como el aroma del campo que bendijo Dios." (Génesis 27:27)

No dice “hueles a Esav.” Dice: hueles a bendición.
Tal vez en ese momento, Yaakov dejó de fingir y realmente se convirtió en alguien digno de la bendición. Porque la vestimenta tiene esa doble naturaleza: puede esconderte o puede transformarte.
La pregunta es:
¿Usamos la imagen para crecer o para manipular?
Pero la Torá no olvida. Décadas después, Yaakov recibe su propio golpe. Sus hijos le llevan una túnica ensangrentada y le dicen:
הַכֶּר נָא הַכְּתֹנֶת בִּנְךָ הִוא אִם לֹא (Génesis 37:32)"
"Reconoce, ¿es esta la túnica de tu hijo o no?" (Génesis 37:32)
El mismo truco que usó para engañar a su padre, ahora se lo hacen a él. Porque la vestimenta con la que engañas, tarde o temprano te engaña a ti.
Yosef y Yehudá: Vestimentas de Traición y Redención

La túnica de Yosef no es solo una prenda. Es un imán de odio. Es la prueba del favoritismo de Yaakov. Y sus hermanos la arrancan como si al despojarlo de su ropa pudieran arrancarle su destino.
Pero la historia da un giro con Yehudá.
Él entrega su prenda a Tamar como garantía. Y esa misma prenda lo desenmascara. Lo expone. Lo obliga a reconocer su verdad.
Porque la imagen no es solo un disfraz. También puede ser un espejo.
No siempre nos vestimos para engañar. A veces nos desvestimos para ser vistos.
El Cohen Gadol: La Imagen al Servicio de Dios

Aquí entramos en Ki Tisa.
Las vestiduras del Cohen Gadol no son un disfraz. Son un canal. Cada prenda no es ornamento, sino corrección:
El Efod (delantal) → Corrige la idolatría.
El pectoral con las piedras → Corrige la injusticia.
El Mitznefet (turbante) → Corrige el orgullo.
El Cohen no se esconde tras su ropa. Se manifiesta a través de ella.
Y aquí está la diferencia:
El Cohen Gadol usa la imagen para elevar.
El Becerro de Oro es pura imagen sin contenido, imagen sin Dios.
El primer gran pecado de Israel fue crear un ídolo visual. Hacer de la imagen un fin en sí mismo.
Nada ha cambiado. Redes sociales. Moda. Estatus. La misma lucha:Imagen que conecta vs. imagen que esclaviza.
Esther: La Máscara Que Salva
Ahora llegamos a Purim.
Esther es el anti-Adam.
Adam se viste porque siente vergüenza.Esther se viste porque encuentra su propósito.
וַתִּלְבַּשׁ אֶסְתֵּר מַלְכוּת (Ester 5:1)
"Ester se vistió con vestiduras reales."

Rashi dice que no solo se puso un vestido, sino Ruaj Hakodesh (espíritu divino).
Ese es el punto. No es el vestido lo que hace a la reina. Es la conciencia que lo llena.
En Purim nos disfrazamos porque entendemos que todo es un disfraz.
Cada rol, cada nombre, cada título. Todo lo que creemos ser.
Pero al final, cuando bebemos hasta no distinguir entre "bendito sea Mordejai" y "maldito sea Hamán", entendemos algo:
La vida misma es una máscara.
No una que oculta.Una que revela.
Porque solo cuando soltamos las apariencias, podemos ver quiénes somos realmente.
¿Qué hay debajo de tu ropa?

Te vistes todos los días, pero ¿alguna vez lo haces con intención?
Desde Adam hasta Esther, la Torá nos confronta con una verdad incómoda: la ropa no solo cubre, también oculta. A veces es un canal, otras una trampa.
En Ki Tisa, el Cohen Gadol nos muestra que la vestimenta puede acercarnos a Dios.En Purim, Esther nos enseña que incluso un disfraz puede ser redención.Pero el Becerro de Oro nos advierte: cuando la imagen se convierte en un ídolo, perdemos lo esencial.
Así que antes de vestirte, pregúntate:¿Quién eres cuando nadie te ve?¿Tu ropa te revela o te esconde?
La vida es un armario lleno de posibilidades. Puedes elegir un disfraz que te atrapa o una prenda que te libera.
Si quieres ir más profundo y vivir Purim de verdad, entra al episodio especial de la Meditación de Purim.
¿Te atreves a quitarte el disfraz?
Bibliografia y Referencias
Torá
Éxodo 32-34 – Relato del Becerro de Oro y las vestiduras del Cohen Gadol.
Éxodo 28:2 – “Y harás vestiduras sagradas para Aharón tu hermano, para gloria y esplendor.”
Génesis 3:21 – “Y Dios hizo para Adam y su esposa túnicas de piel y los vistió.” (Ketonet Or - túnicas de luz/piel).
Génesis 27:27 – Yaakov vistiendo la ropa de Esav para recibir la bendición de Itzjak.
Génesis 37:32 – Yosef y la túnica de muchos colores que los hermanos presentan ensangrentada a Yaakov.
Génesis 38:18 – Yehudá entrega su prenda a Tamar.
Meguilat Ester:
Ester 5:1 – “Y Ester se vistió con vestiduras reales” (Vatilbash Ester Malchut).
Ester 6:7-11 – Ajashverosh viste a Mordejai con las túnicas reales y lo pasea por la ciudad.
Talmud bavli :
Meguilá 7b – “Uno debe embriagarse en Purim hasta no poder distinguir entre 'Maldito Hamán' y 'Bendito Mordejai'.”
Shabat 88a – Enseñanza sobre el Becerro de Oro como un acto de idolatría visual.
Sanhedrín 106a – Referencias sobre el castigo de Hamán y la justicia divina oculta.
Midrash y Zohar:
Midrash Rabá, Bereshit 20:12 – Adam antes del pecado tenía un cuerpo de uñas transparentes.
Zohar 3:109b – La vestimenta como canal de revelación espiritual y conexión con la Shejiná.
COMENTARIOS Y EXÉGESIS
Rashi (1040-1105):
Comentario sobre Génesis 3:21, interpretando Or (piel) como Or (luz).
Explicación sobre Ester 5:1 – “Ester no solo se vistió con ropas reales, sino con Ruaj Hakodesh.”
Rambán (Najmánides, 1194-1270):
Sobre Éxodo 28:2 – Las vestimentas del Cohen Gadol como un espejo de la estructura celestial.
Rabí Moshe Cordovero (1522-1570, Ramak) – Pardes Rimonim:
La vestimenta como Kli (recipiente) de la divinidad..
REFERENCIAS SOBRE GUEMATRÍA Y SIMBOLISMO
Guematria de Begued (בֶּגֶד) y Bagad (בָּגַד):
Mismo valor numérico (9) → La vestimenta como engaño o revelación.
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