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Ajarei Mot –Kedoshim: Sé Santo

Por Jack Levy


Versión Cruda y Sin Filtro


Ser diferente ya no es un acto de coraje. Es un outfit.

Te compras una camisa de lino arrugada —que parezca que no te importa—unos tenis que cuestan lo mismo que la renta de alguien más,y un termo Yeti para guardar el café de especialidad que juras que "descubriste tú".Te dejas la barba, lees a Murakami, haces breathwork en Tepoztlán y subes stories diciendo que “fluyes con el universo”.

Traducción: estás igual de perdido que todos, pero con filtro vintage.

Hoy ser “auténtico” es solo otra pose.Una más rentable que la anterior.Y como no aguantas la idea de confrontarte, te declaras “conciencia elevada” y repites mantras que no entiendes.

Pero no estás iluminado.Estás asustado.

Y en lugar de mirar tu sombra, te compras cuarzos.En vez de decir “me duele”, dices “estoy trabajando en mí”.Y en vez de amar de verdad, dices “yo ya no vibro en esa frecuencia”.

La espiritualidad moderna te dio permiso de ser egoísta con aroma a lavanda.Te dio frases para justificar tu evasión.Y lo peor… te convenció de que eso es lo sagrado.

Pero hay otra cosa.Más cruda. Más incómoda. Más real.Algo que no se puede fingir, ni postear.Y esa cosa… o te atraviesa,o sigues jugando a estar despierto.


El fuego que no sabes contener, y la vida que aún puedes santificar


Ajarei Mot arranca después de una tragedia:los hijos de Aarón, Nadav y Avihu, mueren consumidos por su propio fuego.

No fueron asesinos. No fueron ladrones.Eran sacerdotes.Entraron al espacio sagrado con fuego extraño —no pedido— y eso los consumió.¿Exceso de pasión? ¿Impaciencia espiritual? ¿Ego disfrazado de éxtasis?

No lo sabemos.Pero lo que sí sabemos es esto: el fuego no canalizado, destruye.

Y el fuego que no puedes sostener… te mata por dentro aunque sigas respirando.

A partir de ahí, Dios le da instrucciones a Aarón:cómo entrar al lugar más sagrado (el Kodesh HaKodashim),cómo purificarse, y cómo ofrecer sacrificios sin morir en el intento.

Luego llega Kedoshim. Y no viene con rituales místicos.Viene con una bomba ética:

“Kedoshim Tihyu Ki Kadosh Ani Hashem Eloheichem.”“Sean santos, porque Yo, el Eterno su Dios, soy santo.” (Vayikrá / Levítico 19:2)

Y en vez de hablarnos de incienso o visiones celestiales…nos habla de dejar comida para el pobre,de no engañar en los negocios,de no maldecir al sordo ni poner tropiezo al ciego,de no odiar en secreto,y de esa frase que tanto posteamos y tan poco practicamos:

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Es decir:después del fuego… viene la responsabilidad.Después del éxtasis… viene el día a día.Después del impulso… viene la elección.

¿Te enciendes como Nadav y Avihu… o te contienes como Aarón?

¿Quieres lo sagrado porque arde… o porque transforma?

¿Te vistes de diferente… o te santificas en lo ordinario?


El disfraz de “alternativo” es el nuevo uniforme del sistema.



Te disfrazaste de hípster espiritual.Te crees rebelde porque haces yoga en una terraza y no usas desodorante. Hablas de integración, de chakras y de la luna en Tauro…pero sigues sin poder decirle a tu papá que lo que hizo te dolió.Sigues sin mirarte al espejo sin que se active el juez.Sigues vendiendo la imagen de que ya “trascendiste”, cuando en realidad… te estás escondiendo.

Hoy, el sistema encontró cómo anestesiar a los que se creían despiertos:les dio la pose de la autenticidad.Ya no necesitas verte como el resto. Solo necesitas que crean que eres diferente.Y si lo creen… tú te la compras.

Eso no es rebeldía. Eso es consumo con identidad falsa.

La Torá no te pide parecer distinto.Te pide separarte de lo que no es tuyo.

“Kadosh” viene de —separación. Pero no para creerte mejor… sino para no traicionarte.

Kedoshim no es la parashá del “espiritualito buena onda”.Es la parashá que dice:—“¿Vas a dejar de fingir?¿O vas a seguir usando la ‘conciencia’ como maquillaje?”

Porque la verdadera santidad no se nota. Se vive.

Y lo más brutal: no se ve bonita.A veces se ve como decir “no” cuando todos dicen “sí”.Como perder relaciones por ser coherente.Como confrontar a alguien que amas… sabiendo que podría alejarse.Como quedarte solo… pero limpio.


El verdadero rebelde no rompe las reglas: rompe la necesidad de ser visto rompiéndolas.


¿Quieres saber si estás despertando o solo estás actuando?Haz esto: rompe una regla y no le cuentes a nadie.Ni una story.Ni una foto en blanco y negro con frase bonita. Ni un post diciendo que estás “en proceso”.

Solo rompe el patrón. En silencio.Y quédate ahí.Incómodo. Anónimo.Sin que nadie te aplauda por ser “valiente”.

¿Aguantas?

Porque eso…eso sí es transformación.

Hoy confundimos rebeldía con ruido.Gritamos que somos diferentes porque no sabemos serlo en silencio.Y si no podemos demostrarlo, sentimos que no vale.

Pero la kedushá, la verdadera santidad, no necesita público.No necesita marketing.No necesita demostrar que es distinta… porque simplemente es.

¿Sabías que el Cohen Gadol, el Sumo Sacerdote, entraba solo al lugar más sagrado?Una vez al año. Sin testigos. Sin cámara.Y ahí, sin nadie mirando… sostenía al pueblo entero en su corazón.

Eso es ser Kadosh.

Ser distinto no es rebelarte contra el mundo.Es dejar de necesitar que el mundo te vea haciéndolo.

Y eso... eso quema.Porque cuando ya no necesitas mostrarle a nadie tu fuego,te das cuenta si de verdad lo tienes…o si solo te habías aprendido bien el show.


Ser santo no es aislarse del mundo. Es vivir tan despierto… que el mundo ya no te duerme.


La mayoría de la gente no está despierta.Solo aprendió a imitar a los que parecen estarlo. Saben hablar de energía, de polaridades, de “soltar” y de “manifestar”…

Pero ¿quieres saber si alguien está realmente despierto?

No le mires la pose. Mira cómo trata al mesero cuando llega frío el café. Mira si puede estar una hora con sus hijos… sin mirar el celular.Mira si puede recibir una crítica sin justificar su ego.Mira si puede quedarse callado cuando tiene razón.

La espiritualidad real no se practica en la montaña.Se prueba en el tráfico.En la pareja.En la frustración.

Por eso Kedoshim no habla de visiones místicas ni de iluminación.Habla de dejar las esquinas de tu campo para el pobre. Habla de pagar justo. Habla de no maldecir al sordo —sí, al que ni te oye— porque la energía igual se imprime en el mundo.

Eso es santidad. No levitar… sino no contaminar.

No huir del mundo. Sino habitarlo tan despierto que tus ojos vean más allá del ruido.

El Baal Shem Tov decía que el alma puede bailar en el mercado sin olvidarse del cielo.Eso es Kedushá: no retirarte del mundo, sino ser tan profundo que el mundo no te arrastra.


El día que el elogio o la crítica no te muevan, es porque tu Yesod ya no tambalea.


La mayoría de la gente no actúa desde la conciencia. Actúa desde el hambre. Desde el hueco que no sabe nombrar. Desde la necesidad de ser visto, validado, aceptado, deseado.

Y eso no es ego…Eso es Yesod desalineado.

Yesod es la base. El canal por donde todo lo que eres baja a la realidad.Si ese canal está lleno de grietas, entonces el amor se vuelve dependencia, el deseo se vuelve obsesión, la rabia se vuelve violencia, y el talento se vuelve show.

Y eso no es teoría.Eso es sangre.

El 87% de los asesinatos son cometidos por hombres.¿La principal causa? Deseo sexual frustrado.

No es solo crimen. Es Yesod en caos. Es fuego que no subió a Tiferet. Es impulso sin vasija.Es identidad sin raíz.

Cuando tu Yesod está firme, ya cobraste. No necesitas aplausos. Ni sexo para sentirte valioso. Ni elogios para no derrumbarte.

Ya cobraste…porque fuiste fiel a ti mismo. Y esa fidelidad te paga con paz.

No se trata de eliminar el deseo. Se trata de educarlo. De canalizarlo. De volverlo ofrenda, no explosión.

Cuando aprendes a sostener tu fuego…dejas de quemar al mundo por no saber qué hacer contigo.


Amar al otro como a ti mismo solo funciona si sabes quién eres.


Todos repiten el verso.“Ámate a ti mismo”,“Ámalo como es”,“Lo dejo ir con amor…”

Pero nadie se detiene a preguntar:¿a qué parte de mí estoy amando?¿al ego herido? ¿al niño necesitado? ¿al personaje que me inventé?


Porque si no te conoces,lo único que puedes ofrecer al otro…es tu confusión.

Ve’ahavta le’reaja kamoja — "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"

— no es un consejo bonito.Es una sentencia existencial.Si no sabes quién eres, amas desde la carencia, no desde la presencia.Y desde la carencia, el amor es manipulación con aroma a cariño.

No se trata de caer bien.Se trata de estar bien.Con uno mismo.Con Dios.Con el silencio.

Y desde ahí… salir al encuentro del otro.No para completarte.Sino para compartir lo que ya anclaste.

Amar de verdad no es romántico. Es brutal. Porque te obliga a conocerte antes de tocar al otro.A ver tus monstruos antes de juzgar los suyos.A limpiar tu campo antes de entrar al suyo.

Maimónides decía que la base de la salud espiritual es el equilibrio de las midot (cualidades internas).No puedes amar si estás desequilibrado.Porque tu “amor” será solo un escape…y el otro terminará siendo el chivo expiatorio de tu vacío.



Si lo haces “por amor” pero nunca confrontas… no es amor, es miedo disfrazado.

—“Es que no quiero herirlo…”—“Es su proceso, yo ya no me meto…”—“Yo lo acepto como es…”

Mentira.


Lo que no quieres es perder su cariño.Lo que no toleras es su rechazo.Lo que estás evitando no es el conflicto…es el espejo.

El mundo te entrenó para creer que amar es callar.Que ser espiritual es nunca juzgar.Que la evolución es tolerancia absoluta.

Falso.

La Torá no dice “ soporta a tu hermano”.Dice:

“No lo odies en tu corazón. Repréndelo. Pero no cargues con su pecado.”(Levítico 19:17)

¿Ves la belleza?

No juzgues con odio.Pero tampoco te calles por cobardía.

Habla.Desde un corazón limpio.Desde el amor más crudo y más real.

Porque si no lo haces…no estás amando.Estás dejando que el otro se hunda, solo para que no piense mal de ti.

Y si confrontas todo el tiempo sin ternura…tampoco estás amando.Es tu herida la que habla.Es tu ego disfrazado de conciencia.

Kedoshim no te deja excusas:la santidad no es ni evasión ni violencia.Es esa línea incómoda y santa donde te paras frente al otroy le dices:

“Esto no está bien.Y te amo lo suficiente como para decírtelo.”

La autenticidad sin límites es narcisismo. Y los límites sin alma son fascismo espiritual.


Nos enseñaron que ser uno mismo es lo más importante.Pero no te dijeron que si tu “yo” no ha sido pulido, solo estás tirando tus heridas al mundo con bandera de honestidad.

—“Yo soy así.”—“Yo ya no me callo nada.”—“Estoy poniendo límites.”

¿Seguro?

¿O solo estás reaccionando?¿Huyendo?¿Usando tu “proceso” como escudo para no abrirte a nadie?

La santidad no está en el extremo.No está en perderte por agradar, ni en encerrarte por “cuidarte”.

Está en vivir en esa frontera viva y tensa donde puedes decir:

“Esto soy.Esto puedo dar.Y también te veo a ti.”

Kedoshim es la parashá del equilibrio incómodo.Donde Dios dice: “Sé distinto… pero no te creas más.” “Sé tú… pero no ignores al otro.” “Ponte límites… pero no desde la herida. Desde el alma.”

Porque si no sabes cuándo ceder… te vuelves muro.Y si no sabes cuándo sostener… te vuelves sombra.Y la kedushá está justo ahí,en ese filo delgado donde eliges integridad…en vez de comodidad.

Ser Kadosh no es ser perfecto.Es ser tan consciente… que puedes contenerte sin apagarte.Poner límites sin dejar de amar.Y amar… sin traicionarte.


“Dios no te pide que flotes. Te pide que te sostengas.”


No necesitas subir al Himalaya. Ni hacer un detox de 21 días. Ni aprender sánscrito para que tu alma despierte.

Solo necesitas dejar de mentirte.


Dejar de fingir que no sabes.Que no sientes.Que no puedes.

Porque sí sabes. Sí sientes. Y claro que puedes.

Pero hacerlo… te va a costar.Te va a costar perder gente.Te va a costar incomodar a otros.Te va a costar mirar lo que escondiste por años debajo de la alfombra de tu espiritualidad.

Ser Kadosh no es flotar por encima del mundo.Es caminar con los pies llenos de tierra y el corazón encendido.Es entrar al mercado sin vender tu alma.Es amar tan profundamente… que prefieres herir con la verdad antes que matar con la omisión.

Es tener el Yesod firme.La voz clara.La mirada limpia.

Y aunque no te aplaudan, aunque te malinterpreten, aunque camines solo…

saber que Dios ya te vio.Y que ya cobraste.Porque fuiste fiel a ti.Y eso… eso es suficiente.

Dios hoy no te pide pureza.Te pide presencia.No te exige perfección.Te exige verdad.

Y si eliges ese camino,aunque duela,aunque arda,aunque te deje desnudo…

entonces serás Kadosh.Y no por lo que haces.Sino por lo que sostienes.Y por lo que estás dispuesto a perder…por no perderte a ti.



Fuentes bíblicas y rabínicas

  1. Vayikrá / Levítico 16–20 – Contexto de Ajarei Mot (muerte de Nadav y Avihu, ritual de Yom Kipur) y Kedoshim (código de santidad).

  2. Rashi sobre Levítico 19:2 – Rashi comenta que “Kedoshim Tihyu” se refiere a la separación de actos prohibidos, especialmente sexuales.

  3. Rambán sobre Levítico 19:2 – Rambán enseña que incluso dentro de lo permitido, uno debe actuar con moderación y dignidad: “Naval birshut haTorá” (un depravado dentro de los límites de la Torá).

  4. Talmud Bavli, Yoma 67b – Explicación del ritual del chivo expiatorio y su simbolismo.

  5. Pirkei Avot 6:1 – “La verdadera libertad es la del que se ocupa en la Torá.” Aplicado al tema de integridad interior.

  6. Zohar, Vayikrá – Sobre el fuego extraño (esh zarah) de Nadav y Avihu y el peligro del deseo espiritual no canalizado.

Psicología y Filosofía contemporánea

  1. David M. Buss, The Evolution of Desire: Strategies of Human Mating – Fuente del dato: “el 87% de los asesinatos son cometidos por hombres, y el principal motivador es el deseo sexual frustrado”. (op. cit., p. 22)

  2. Rabbi Jonathan Sacks, To Heal a Fractured World – Sobre la santidad como responsabilidad ética más que ritualista.

  3. Rabbi Abraham Joshua Heschel, Dios en busca del hombre – La fe como acto de audacia moral y no como pasividad.

Cabalá y Hasidut

  1. Árbol de la Vida – Etz Chaim – Estructura de las sefirot, especialmente Yesod como base de canalización de energía hacia Maljut.

  2. Tanya, capítulo 29–32 – El concepto de la lucha interior entre el alma animal y el alma divina, y cómo eso afecta nuestras relaciones.

  3. Baal Shem Tov (cit. oral/Hasidut) – Enseñanza sobre bailar en el mercado sin perder conexión divina.

  4. Rav Kook, Orot HaTeshuvah – La Teshuvá como retorno al yo superior que reconecta al ser con el Todo.


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